Pol Roger Reserve Brut
El champagne que te dice al oído: “Relájate, yo me encargo de la elegancia”. Porque la vida es demasiado corta para beber vino aburrido, este champagne es la elección perfecta para quienes buscan elegancia con un toque de diversión.
El champagne que te dice al oído: “Relájate, yo me encargo de la elegancia”. Porque la vida es demasiado corta para beber vino aburrido, este champagne es la elección perfecta para quienes buscan elegancia con un toque de diversión.
El champagne que te dice al oído: “Relájate, yo me encargo de la elegancia”. Porque la vida es demasiado corta para beber vino aburrido, este champagne es la elección perfecta para quienes buscan elegancia con un toque de diversión.
Uvas:
Una mezcla de las tres superestrellas de Champagne:
• Pinot Noir (33%): Porque todo equipo necesita fuerza y estructura.
• Pinot Meunier (33%): El alma sociable, redonda y encantadora.
• Chardonnay (34%): La reina de la frescura, con un toque cítrico que pone las cosas en orden.
Notas de cata:
• Color: Amarillo pajizo con reflejos dorados que parecen sacados de un filtro “glow” de Instagram, pero real.
• Nariz: Frutas blancas como pera y manzana, acompañadas de brioche calentito y un toque floral que susurra “estoy aquí para impresionar”.
• Boca: Fresco, equilibrado y con un final persistente. Membrillo, albaricoque y un guiño juguetón a la cáscara de naranja confitada. Cada sorbo es una conversación interesante que no quieres que termine.
Maridaje:
Perfecto para esas ocasiones en las que pretendes ser sofisticado (pero con estilo relajado). Ostras, langosta, sushi… o un bol de patatas fritas si te da la gana. Todo sabe mejor con Pol Roger.
Temperatura de servicio:
Entre 6 y 8 ºC. No lo pongas demasiado frío, este champagne merece que lo sientas.
Puntuaciones:
Premiado por guías y críticos internacionales, pero no te lo va a restregar por la cara. Pol Roger prefiere que seas tú quien lo descubra (y te enamores).
Pol Roger Brut Réserve es el champagne que te acompaña tanto a una cena formal como a una improvisada con amigos. Tiene clase, tiene burbujas y, sobre todo, tiene ese algo especial que lo convierte en el alma de cualquier momento. Abraza la elegancia… pero con una sonrisa.